Cree

Como cristiano verdadero

¿Eres realmente cristiano?

Es peligroso dar por sentado que todos somos cristianos, pues el mismo Jesús nos advirtió: “No todo el que Me dice: ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Mi Padre que está en los cielos. Muchos Me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre, y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros?’ Entonces les declararé: ‘Jamás los conocí; apártense de Mi, los que practican la iniquidad.’” (Mateo 7:21-23).

Leer estas palabras de parte de Jesús debe motivarnos a evaluar nuestra vida para descubrir si en verdad somos sus discípulos. Y nosotros queremos ayudarte a responder esta pregunta crucial al presentarte cuatro verdades bíblicas, expuestas por el pastor Mike McKinley en su libro “¿Soy realmente cristiano?”, las cuales te permitirán responder con mayor claridad esta pregunta.

1. No eres realmente cristiano simplemente porque digas serlo.

Una declaración verbal no nos hace hijos de Dios, sin embargo una gran cantidad de personas no están conscientes de esto. Existe una terrible confusión acerca de cómo es que llegamos a ser verdaderos discípulos de Jesús, pues se nos ha enseñado que para llegar a serlo necesitamos hacer una “oración de fe”. Y lamentablemente muchos han repetido aquella “oración” –probablemente más de una vez– como si se tratara de una receta mágica que nos convierte en hijos de Dios. Pero no es esto lo que nos enseña la Biblia.

En realidad, la oración de fe –donde confesamos nuestro pecado y reconocemos a Dios como el Señor de nuestra vida, por la obra de Cristo en la cruz– viene a ser más bien un testimonio público de lo que ha sucedido en nuestro interior.

Entonces, no eres cristiano simplemente porque digas serlo, sino que eres un cristiano verdadero cuando habiendo oído la Buena Noticia de salvación (el evangelio), decides creer en Jesús como el único camino al Padre, la verdad y la vida (Juan 14:6).

La salvación es solamente por gracia, por medio de la fe. La confesión de esta fe, a través de una oración, es simplemente un resultado de haber creído.

2. No eres realmente cristiano si no has nacido de nuevo.

En Juan 3:3, Jesús dijo: “En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios”. Eso quiere decir que, para llegar a ser un verdadero cristiano –que ha entrado al reino de Dios– necesitas nacer de nuevo. 

La consecuencia del pecado sobre todos los hombres ha sido alejarnos de la gloria de Dios e incapacitarnos para “ver” o “entrar” en su reino (Romanos 3:23; Efesios 2:1). Por muy dotado, moral o refinado que seas, en tu condición humana estás totalmente ciego tocante a la verdad espiritual e impotente para entrar en el reino y ser llamado hijo de Dios. Por eso necesitamos una renovación total que sólo se logra por medio del nuevo nacimiento.

Entonces, no eres un cristiano verdadero si no has nacido de nuevo, es decir, si no has sido totalmente regenerado por Dios mediante la fe. Y esto, aunque es un don (regalo) de Él, también implica una decisión nuestra de creer y recibirlo.

3. No eres realmente cristiano si el pecado es tu estilo de vida.

Es imposible que un verdadero hijo de Dios siga practicando el pecado como un estilo de vida.Satanás es especialista en el pecado. Su interés y propósito en el jardín del Edén se cumplió cuando Adán y Eva pecaron, y los efectos trascendieron a toda la humanidad (Génesis 6:5; Romanos 5:12). Pero la llegada de Jesús fue un golpe fatal para su adversario, pues según Juan, “El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo” (1 Juan 3:8). Cristo ganó para nosotros la libertad del pecado y ya no somos más sus esclavos (Romanos 6:6). Entonces, ¿quiere decir que un verdadero cristiano jamás vuelve a pecar? ¡De ninguna manera!

Es imposible que un verdadero hijo de Dios siga practicando el pecado como un estilo de vida.

Nuestras vidas (pensamientos, actitudes y acciones cotidianas) reflejan nuestra verdadera identidad: si somos hijos de Dios o hijos de Satanás. Un cristiano verdadero manifestará una repugnancia hacia el pecado, tal como Dios lo abomina (Proverbios 6:16-17). Se trata de un cambio radical de vida, en el cual no estamos exentos de tropezar, pero donde sí podemos perseverar en santidad con la ayuda del Espíritu Santo, quien cambia el fruto de nuestra naturaleza pecaminosa por el suyo (Gálatas 5:22-24).

4. No eres realmente cristiano si no perseveras hasta el fin.

La Biblia nos enseña que los cristianos genuinos no dejarán la fe, es decir, no abandonan a Cristo. ¿Qué significa esto para tu vida? Significa que lo verdaderamente importante no es si una vez actuaste y hablaste como cristiano, sino más bien si estás siguiendo a Cristo hoy y si continuarás haciéndolo hasta el fin –es decir, hasta tu muerte o hasta el regreso de Cristo.

Si  estás caminando con Cristo hoy, estas palabras tienen la intención de afianzarte en la verdad bíblica que el Señor se mantendrá cerca de ti, a medida que le sigas. Pelea la buena batalla y persevera hasta que suene la trompeta final. Dedícate a alentar a otros cristianos para que hagan lo mismo. Pero, si te has alejado de la fe o si estás considerando dejar la fe, ¡presta atención a estas advertencias! Si estás confiando en una profesión de fe del pasado que no tiene nada que ver con tu vida diaria hoy, oramos para que oigas al Señor, a través de su Palabra, llamándote a venir a Cristo.

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