¡Dejemos de pecar y vamos a servir a Dios!
Romanos 6:1-14, NBLA
Muertos al pecado
6 ¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? 2 ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3 ¿O no saben ustedes que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte?
4 Por tanto, hemos sido sepultados con Él por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. 5 Porque si hemos sido unidos[a] a Cristo en la semejanza[b] de Su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de Su resurrección.
6 Sabemos esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido[c], a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; 7 porque el que ha muerto, ha sido libertado[d] del pecado.
8 Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con Él,9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; la muerte ya no tiene dominio sobre Él. 10 Porque en cuanto a que Él murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto Él vive, vive para Dios.11 Así también ustedes, considérense muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús[e].
Siervos, no del pecado, sino de la justicia
12 Por tanto, no reine el pecado en su cuerpo mortal para que ustedes noobedezcan a sus lujurias; 13 ni presenten los miembros de su cuerpo[f] al pecado como instrumentos[g] de iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Dios como instrumentos[h] de justicia. 14 Porque el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, pues no están bajo la ley sino bajo la gracia.