Juan 1:9-18, NBLA.
9 Existía[f] la Luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre[g].
10 Él estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de Él, y el mundo no lo conoció. 11 A lo Suyo vino, y los Suyos no lo recibieron. 12 Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre, 13 que no nacieron[h] de sangre[i], ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.
El Verbo se hace carne
14 El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio* testimonio de Él y clamó: «Este era del que yo decía: “El que viene después de mí, es antes de mí[j], porque era primero que yo”». 16 Pues de Su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia. 17 Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo[k]. 18 Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios[l], que está en el seno del Padre, Él lo ha dado a conocer.