La importancia de la perfecta obediencia

Romanos 2:17-3:8, NBLA

La ley y el pueblo judío

17 Pero si tú, que llevas el nombre de judío y te apoyas en la ley; que te glorías en Dios 18 y conoces Su voluntad; que apruebas las cosas que son esenciales[k], siendo instruido por la ley, 19 y te confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, 20 instructor[l] de los necios, maestro de los faltos de madurez[m]; que tienes en la ley la expresión misma del conocimiento y de la verdad, 21 tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas[n] que no se debe robar, ¿robas? 22 Tú que dices que no se debe cometer adulterio, ¿adulteras? Tú que abominas a los ídolos, ¿saqueas templos?[o] 23 Tú que te jactas de la ley, ¿violando la ley deshonras a Dios? 24 Porque tal como está escrito: «El nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de ustedes».

25 Pues ciertamente la circuncisión es de valor si tú practicas la ley, pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión se ha vuelto incircuncisión. 26 Por tanto, si el incircunciso[p] cumple los requisitos de la ley, ¿no se considerará su incircuncisión como circuncisión? 27 Y si el que es físicamente incircunciso guarda la ley, ¿no te juzgará a ti, que aunque tienes[q] la letra de la ley y eres circuncidado[r], eres transgresor de la ley?

28 Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni la circuncisión es la externa, en la carne. 29 Pues es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios.

¿Qué ventaja tiene el judío?

¿Cuál es, entonces, la ventaja del judío? ¿O cuál el beneficio de la circuncisión? Grande, en todo sentido. En primer lugar, porque a ellos les han sido confiados los oráculos[a] de Dios. Entonces ¿qué? Si algunos fueron infieles[b], ¿acaso su infidelidad[c] anulará la fidelidad de Dios? ¡De ningún modo! Antes bien, sea hallado Dios veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso; como está escrito:

«Para que seas justificado en Tus palabras,
Y venzas cuando seas juzgado[d]».

Pero si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Acaso es injusto el Dios que expresa[e] Su ira? Hablo en términos humanos. ¡De ningún modo! Pues de otra manera, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?

Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para Su gloria, ¿por qué también soy yo aún juzgado como pecador? ¿Y por qué no decir, como se nos calumnia, y como algunos afirman que nosotros decimos: Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de los tales es justa.

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