1 Pedro 2:9, NBLA

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquiridopara posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable.

1 Pedro 2:12, NBLA.

12 Mantengan entre los gentiles[h]una[i] conducta irreprochable, a fin de que en aquello que les calumnian como malhechores, ellos, por razón de[j] las buenas obras de ustedes, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación[k].

Jeremías 13:1-11, NBLA

El cinturón de lino podrido

13 Así me dijo el Señor: «Ve y cómprate un cinturón de lino y póntelo en la cintura, pero no lo metas en agua». Compré, pues, el cinturón conforme a la palabra del Señor, y me lo puse en la cintura. Entonces vino a mí la palabra del Señor por segunda vez: «Toma el cinturón que has comprado, que llevas a la cintura, y levántate, vete al Éufrates[a] y escóndelo allá en una hendidura de la peña».Fui, pues, y lo escondí junto al Éufrates como el Señor me había mandado.

Después de muchos días el Señor me dijo: «Levántate, vete al Éufrates y toma de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá». Fui, pues, al Éufrates y cavé, tomé el cinturón del lugar donde lo había escondido, y resultó que el cinturón estaba podrido; no servía para nada.

Entonces vino a mí la palabra del Señor:«Así dice el Señor: “De la misma manera haré que se pudra la soberbia de Judá y la gran soberbia de Jerusalén. 10 Este pueblo malvado, que rehúsa escuchar Mis palabras, que anda en la terquedad de su corazón y se ha ido tras otros dioses a servirles y a postrarse ante ellos, ha de ser como este cinturón que no sirve para nada. 11 Porque como el cinturón se adhiere a la cintura del hombre, así hice adherirse a Mí a toda la casa de Israel y a toda la casa de Judá”, declara el Señor, “a fin de que fueran para Mí por pueblo y por renombre[b], para alabanza y para gloria, pero no escucharon[c]”.

Jeremías 31:31-33, NBLA

31 Vienen días», declara el Señor, «en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto, 32 no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, Mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos», declara el Señor.33 «Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días», declara el Señor. «Pondré Mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré. Entonces Yo seré su Dios y ellos serán Mi pueblo.

 

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