Santiago 4: 4-10, NBLA.
4 ¡Oh almas adúlteras[e]! ¿No saben ustedes que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 5 ¿O piensan que la Escritura dice en vano: «Dios celosamente anhela[f] el Espíritu que ha hecho morar en nosotros?». 6 Pero Él da mayor gracia. Por eso dice: «Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes». 7 Por tanto, sométanse a Dios. Resistan, pues, al diablo y huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes. Limpien sus manos, pecadores; y ustedes de doble ánimo[g], purifiquen sus corazones.9 Aflíjanse, laméntense y lloren. Que su risa se convierta en lamento y su gozo en tristeza. 10 Humíllense en la presencia del Señor y Él los exaltará.