Pablo y Bernabé en Antioquía
Hechos 13:13-41, NBLA
Pablo y Bernabé en Antioquía de Pisidia
13 Pablo y sus compañeros navegaron desde Pafos y llegaron a Perge de Panfilia; pero Juan se apartó de ellos y regresó a Jerusalén; 14 ellos, saliendo de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y en el día de reposo entraron a la sinagoga y se sentaron. 15 Después de la lectura de la ley y los profetas, los oficiales de la sinagoga les mandaron a decir: «Hermanos[a], si tienen alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablen».
Discurso de Pablo en Antioquía de Pisidia
16 Pablo se levantó, y haciendo señal con la mano, dijo:
«Hombres de Israel, y los que temen a Dios, escuchen: 17 El Dios de este pueblo de Israel, escogió a nuestros padres y engrandeció[b] al pueblo durante su estancia en la tierra de Egipto, y con brazo fuerte los sacó de ella. 18 Por un período como de cuarenta años los soportó[c] en el desierto. 19 Después de destruir siete naciones en la tierra de Canaán, repartió sus tierras en herencia; todo esto duró como 450 años. 20 Después de esto, Dios les dio jueces hasta el profeta Samuel. 21 Entonces ellos pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, durante cuarenta años.
22 »Cuando lo quitó, les levantó por rey a David, del cual Dios también testificó y dijo: “He hallado a David, hijo de Isaí, un hombre conforme a Mi corazón, que hará toda Mi voluntad[d]”. 23 De la descendencia de este, conforme a la promesa, Dios ha dado[e] a Israel un Salvador, Jesús, 24 después de que Juan predicó, antes de Su venida[f], un bautismo de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. 25 Cuando Juan estaba a punto de terminar su carrera, decía: “¿Quién piensan ustedes que soy yo? Yo no soy el Cristo; pero miren, viene tras mí uno de quien yo no soy digno de desatar las sandalias de sus pies”.
26 »Hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre ustedes temen a Dios, a nosotros[g] nos es enviada la palabra de esta salvación. 27 Pues los que habitan en Jerusalén y sus gobernantes, sin reconocer a Jesús ni las palabras[h] de los profetas que se leen todos los días de reposo, cumplieron estas escrituras, cuando lo condenaron.
28 »Aunque no hallaron causa para dar muerte a Jesús, pidieron a Pilato que lo mandara a matar[i]. 29 Cuando habían cumplido todo lo que estaba escrito acerca de Él, lo bajaron de la cruz[j] y lo pusieron en un sepulcro. 30 Pero Dios lo levantó de entre los muertos; 31 y por muchos días se apareció a los que habían subido con Él de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son Sus testigos ante el pueblo.
32 »Nosotros les anunciamos las buenas nuevas[k] de que la promesa hecha a los padres, 33 Dios la ha cumplido a nuestros hijos[l] al resucitar a Jesús, como también está escrito en el Salmo segundo: “Hijo Mío eres Tú; Yo te he engendrado hoy”.
34 »Y en cuanto a que lo resucitó de entre los muertos para nunca más volver a corrupción, Dios ha hablado de esta manera: “Les daré las misericordias[m] santas y fieles prometidas a David”. 35 Por tanto dice también en otro salmo: “No permitirás[n] que Tu Santo[o] vea corrupción”.
36 »Porque David, después de haber servido el propósito de Dios en su propia generación[p], durmió[q], y fue sepultado con sus padres, y vio corrupción. 37 Pero Aquel a quien Dios resucitó no vio corrupción.
38 »Por tanto, hermanos, sepan que por medio de Él[r] les es anunciado el perdón de los pecados; 39 y que de todas las cosas de que no pudieron ser justificados[s] por la ley de Moisés[t], por medio de Él, todo aquel que cree es justificado[u]. 40 Tengan, pues, cuidado de que no venga sobre ustedes aquello de que se habla en los profetas:
41 “Miren, burladores, maravíllense y perezcan[v];
Porque Yo hago una obra en sus días,
Una obra que ustedes nunca creerían aunque alguien se la describiera”».