1 Juan 2:1-11, NBLA.
Cristo, nuestro abogado
Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguien peca, tenemos Abogado[a] para con el Padre, a Jesucristo el Justo. 2 Él mismo es la propiciación[b] por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. 3 Y en esto sabemos que lo hemos llegado a conocer: si guardamos Sus mandamientos.
4 Él que dice: «Yo lo he llegado a conocer», y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. 5 Pero el que guarda Su palabra, en él verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios. En esto sabemos que estamos en Él. 6 El que dice que permanece en Él, debe[c] andar como Él anduvo.
Mandamiento sobre el amor fraternal
7 Amados, no les escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, que han tenido[d] desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que han oído. 8 Por otra parte[e], les escribo un mandamiento nuevo, el cual es verdadero en Él y en ustedes, porque las tinieblas van pasando, y la Luz verdadera ya está alumbrando. 9 El que dice que está en la Luz y aborrece a su hermano, está aún[f] en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en la Luz y no hay causa de tropiezo en él. 11 Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.