Santiago 1:13-18, NBLA.
Que nadie diga cuando es tentado: «Soy tentado por[k] Dios». Porque Dios no puede ser tentado por el mal[l] y Él mismo no tienta a nadie. 14 Sino que cada uno es tentado cuando es llevado y seducido por su propia pasión[m]. 15 Después, cuando la pasión[n] ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte.
16 Amados hermanos míos, no se engañen. 17 Toda buena dádiva y todo don perfecto viene[o] de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. 18 En el ejercicio de Su voluntad, Él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos las[p] primicias de sus criaturas.
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